El enólogo de Familia Zuccardi alumbró
una de las que será las etiquetas del año. Vinos & Bodegas lo degustó y te
cuenta por qué
Uno de los enólogos que viene luchando a capa y espada en
contra de la "commoditización"
del vino es Sebastián
Zuccardi.
Desde la bodega Familia Zuccardi, y siguiendo la tradición
innovadora que -según él mismo relató-, heredó de su propio abuelo, viene
haciendo un trabajo
diferenciador, poniendo un categórico acento en la importancia de limitar y
comunicar los distintos terroirs y micro terroirs de
Mendoza.
Pero su búsqueda por lo distinto también lo lleva a experimentar con distintas técnicas
de vinificación y hasta probando la amalgama de variedades que,
a priori, difícilmente podrían mostrar compatibilidad.
La diferencia entre experimentar sin una pauta clara y
experimentar con ansias de alumbrar algo realmente bueno y nuevo es lo que, en
este caso, diferencia
a Sebastián Zuccardi.
Investiga, prueba, experimenta y si supera las expectativas,
entonces recién ahí embotella
y comercializa.
Y es así como alumbró
uno de los vinos que seguramente está llamado a posicionarse entre los más
interesantes del año.
No es para menos: en un contexto en el que los lanzamientos
se multiplican y la tónica usualmente se mueve dentro de parámetros bastante
similares, Zuccardi
dio con un vino realmente distinto: Tito, una etiqueta
diferente desde su concepción y que tiene como eje conductor el hecho de estar
elaborado 100%
con uvas de La Consulta, en el Valle de Uco.
"El
nombre viene de mi abuelo, que es el fundador de la bodega. El,
en un principio, no venía de la industria vitivinícola, tenía una empresa
constructora. Pero siempre
fue innovador y creativo. De hecho, diseñó un sistema de riego
que marcó un punto de inflexión en su época", destacó Sebastián
Zuccardi.
"El siempre nos decía que podía darse el gusto de hacer
lo que quisiera porque no había estudiado agronomía. Se sentía libre para experimentar y
romper los límites", recalcó el enólogo.
Así las cosas, llegó el tiempo de rendirle un homenaje con un
vino. Y, manteniendo la estirpe de su abuelo, la idea era que fuese innovador.
Por un lado, cabe destacar las variedades que
lo componen: se trata de un blend que conjuga70% Malbec, 20% Cabernet Sauvignon, 8% Caladoc (que
resulta de un cruce entre Malbec y Grenache) y 2% de... Chardonnay.
"El Chardonnay
le imprimió un sello diferente. Hicimos distintas pruebas y no
podíamos creer cómo siempre el corte que incluía esta variedad terminaba resaltando mucho más,
especialmente en nariz",
explicó el enólogo.
El otro punto interesante es que parte del Malbec fue
elaborado con el escobajo,
es decir, el racimo entero.
"Esto lo hicimos para lograr una buena frescura y darle longevidad al vino",
sostuvo, para luego agregar que "el hecho de sumar Caladoc o
experimentar con una cepa blanca fue todo un proceso de búsqueda".
Vinos & Bodegas se encontró con un vino con una aromática compleja,
de la mano de una nariz sumamente expresiva, donde se destacan las notas de mermeladas de frutos negros,
como zarzamoras, trazos florales y notas leves de especias, a lo que se suman
toques ahumados, heredados por su paso por barricas de roble francés desde primer hasta cuarto uso.
El punto fuerte también está en boca: entra caudaloso al
paladar, exhibiendo buen
cuerpo y balance y con andar jugoso, de la mano de taninos bien pulidos. La acidez le
aporta frescura, al tiempo que lo vuelve vibrante.
Esto es resultado de una visión clara y precisa de lo que
puede ser un vino moderno y world friendly, es
decir, una comunión muy
bien lograda entre frescura
y elegancia. Todo esto lo lleva a ser una de las sorpresas
del año.
Para esta primera añada (2010) y que sale al mercado a $220,
se elaboraron unas 8.100
botellas, en tanto que para la 2011, se produjeron
unas 9.500,
de modo que son partidas muy limitadas.
El cambio que tendrá esta última cosecha es que
sustituyeron Caladoc por
otra variedad poco familiar para los argentinos: Ancellotta, una cepa
con la cual ya tienen experiencia, dado que la vienen comercializando desde hace
tiempo bajo la línea Textual.
Zuccardi destacó que "dependiendo el año, la fórmula podrá ir variando.
Lo que no va a cambiar es la búsqueda de expresar las características propias del lugar y
la filosofía innovadora del vino".
Consultado por Vinos & Bodegas, el enólogo se mostró
sumamente satisfecho por el resultado del vino: "No ha parado de crecer en botella.
Desde hace un año que vemos que evoluciona muy bien, ganando en frescura y
elegancia, tanto en nariz como en boca.
A la hora de disfrutarlo, Zuccardi recomendó no decantarlo, sino
servirlo directamente en la copa y darle su tiempo. Tito lo merece.
Por Juan Diego Wasilevsky - Editor Vinos & Bodegas -
vinosybodegas@iprofesional.com
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